Existen diversas maneras de definir el denominado “populismo”, pero básicamente consiste en un sistema utilizado por años para gobernar un país, generalmente con un gran porcentaje de su población sometidos a la más extrema pobreza.
También preexisten teorías de que el populismo es una forma de gobierno que se especializa por sus privilegios al pueblo. Este concepto no se aleja de la realidad y además suena bastante lindo, especialmente si estamos hablando de personas de escasos recursos. Pero lamentablemente esta no es, a mi juicio, la alternativa correcta.
Mediante esta correlativa de teorías debemos hacernos este cuestionamiento. ¿Qué es mejor para un país?, un gobierno que se preocupa de eliminar la cesantía otorgando más trabajo a su pueblo o uno que ofrece permanentemente regalías a éste. La respuesta es obvia, queda a la reflexión de cada uno de ustedes.
En este escenario, podemos definir dos tipos de gobierno entre los cuales se utiliza este concepto. Primero que todo, analicemos las siguientes palabras:
“El presidente Uribe es un criminal. No lo vamos a permitir, que siembres aquí en Sudamérica otro Israel contra la paz. Es un golpe contra el acuerdo humanitario, es un golpe contra la unión. Hay una cumbre de la UNASUR que se le encomendó a Colombia, la difirieron para este año. Venezuela anuncia que no asistirá a ninguna cumbre en territorio colombiano.”
Este mensaje fue emitido nada más y nada menos, por el actual Presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Vocablos que no nos extraña oír de la boca del mandatario quien recurrentemente lanza bofetadas a la contraparte y en este caso al Presidente de Colombia, Álvaro Uribe.
Chávez y el populismo de antaño…
Para que entiendan a cabalidad el mensaje que queremos entregar, es necesario analizar ambos gobiernos. Comencemos por Hugo Chávez, quien mezcla el populismo de antaño con el actual, con esto nos referimos a que Chávez ha utilizado una estrategia bastante desconcertante con pleno apego al militarismo.
De igual forma, el gobierno de Chávez conserva una analogía confusa con las instituciones liberales, pero que de distinta forma se obtiene un esquema totalitario de administración.
Primero que todo, Chávez ha realizado una labor que lo identifica como un anti-elitista y que su ideología va en contra de los medios de comunicación, iglesia, empresarios, entre otros. Este pensamiento se reafirma principalmente a heridas de antaño que permiten que su estrategia de gobierno se aboque cada vez más al populismo.
Un punto muy importante de destacar es que Hugo Chávez, ha creado una creciente rivalidad con Estados Unidos, enfrentando a su primer mandatario, George W. Bush, situación que actualmente se ha derivado a otras latitudes tales como Colombia, ya que básicamente podríamos denominar a este país como “amigo” de Estados Unidos.
Colombia en manos de Álvaro Uribe…
Muy distinto es la estrategia que utiliza Uribe, ya que como muchos sabemos el valor principal de la acción política de la derecha es la ordenanza que avala la propiedad. Es por ello que todos los candidatos políticos aseguran que la labor principal de un país no es la libertad, sino, la seguridad ciudadana.
A pesar de este pensamiento, antiguamente el populismo de derecha más conocido como neoliberalismo ha demostrado su frustración, ya que no parece casualidad que varios candidatos estén en boca de todos por diversos atropellos a la ciudadanía.
Estas son algunas de las premisas que hemos podido observar a través de los años, pero que lamentablemente no nos aclaran mucho, pero si nos llevan a pensar que las dos formas de gobierno no han podido hacer una labor democrática, equitativa y en conformidad del desarrollo de la ciudadanía. Con esto nos referimos a que la gente ya no confía en lo uno ni en lo otro, ya que todos los extremos son malos.
Colombia por su parte ha sido calificada de varias maneras, una de ellas es que es una democracia inviable, que tiene miles de campesinos desplazados, que la drogadicción ha sido dejada de lado señalando que políticos han sido sobornados y peor aún que estos mismos han sido partícipes de violencia. Estas son unas de las tantas acusaciones que se enfrentan día a día en Colombia, pero ¿Cuál será la manera apropiada de gobernar un país?
En la actualidad se ha demostrado que ninguno de los extremos ha sido productivo para un país. El populismo nos dice que el poder recae más en el pueblo que en sí mismo, sin embargo, lo que sucede realmente es que los políticos no gobiernan para el mayor beneficio de su pueblo, que en este sistema es lo fundamental.
A mi juicio el populismo nos engaña, de tal manera que consideramos que recibimos beneficios de un gobierno populista, cuando todo lo que nos regalen siempre vendrá de nuestros mismos bolsillos.
Esta ideología es algo abismante, pero basta de mentiras y hablemos con absoluta verdad, ningún extremo nos asegura equidad y un gobierno democrático, lo más sano para cada país sería que sus gobernantes se dedicaran a ver las falencias de cada uno y de esta manera tomar todas las alternativas necesarias, independiente del bando político que hayan sido creadas, sólo con la finalidad de buscar el progreso de cada ser humano.
viernes, 24 de abril de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario