A través del tiempo el mundo árabe se ha visto envuelto en una serie de eventos que los han llevado a no ser un país donde reine la equidad, muy por el contrario, es un lugar donde no existen prácticamente los derechos humanos y reina la tiranía y autocracia. Pero para entender lo que estamos hablando, debemos remontarnos al año 1947 donde surgió toda una revolución…
El hecho que marcó la pauta de este conflicto fue la decisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, que determinó la división del territorio palestino. Uno lado judío y otro árabe. Esa fue la gota que rebasó el vaso, para este pueblo que por años luchó por su independencia, la que sí tuvo Israel, y que los ha llevado a ser el patio trasero de los israelitas, conformándose con un pedazo de territorio, y por si fuera poco soportar la soberbia y tiranía de los militares israelíes.
Ante eso, ¿Qué pueden hacer? ¿Pueden surgir? ¿Pueden recuperar lo que les pertenecía? ¿Fueron perjudicados por el tratado Sykes Picot de 1916? Puede ser que sí, pero también que no. La razón es que cuando se iniciaron las negociaciones para que Inglaterra ayudase a la revolución islámica para derrotar al imperio otomano. Desde allí, que se comenzó a fraguar una serie de reuniones entre ingleses, franceses, palestinos y judíos. Cada uno velaba por sus propios intereses, claro está.
En todo este proceso, los británicos fueron los jueces de la causa, debiendo posteriormente tener que arreglar algunos “errores” en sus apreciaciones, claro que a decir vedad la “caballerosidad inglesa” nunca estuvo puesta en duda.
Por otro lado, en lo que respecta al mundo árabe, los intereses también comenzaron a surgir. Uno de ellos fue el de un personaje, llamado Sharif Husain, quien pretendía ser el “Rey de los Árabes”, situación que terminó por perjudicar las aspiraciones de todo el pueblo árabe.
La razón más simple y verificable es que en el primer acercamiento no se menciona ni Palestina ni tampoco Jerusalén (capital monoteísta, llámese islámicos, judíos y árabes), siendo una de las piedras de tope de este conflicto, y que años más tarde traería gravísimas consecuencias tanto para Israel como para Palestina.
Esas rivalidades son más palpables hoy. Las luchas ramadas entre ambos bandos han generado muertes al por mayor. Del lado palestino ha nacido la Intifada, proceso bélico religioso, que tiene por fin desarticular el estado de Israel. Claro que con la poca ayuda que tienen, les es muy difícil terminar con ello, sólo les alcanza con centenares de vidas, que a decir verdad ya es mucho.
EL SÍNDROME TERRORISTA
Hamás es un movimiento de resistencia islámico (Sunni) palestino, que tiene como principal objetivo la destrucción del estado de Israel y además desea el establecimiento de un estado islámico en la misma palestina.
Cuenta con organizaciones dependientes del ámbito de la cultura y educación, además cuenta con brigadas como la Ezzeldin Al-Qassam que es un brazo armado que practica el terrorismo.
Hamás fue fundado por el jeque Ahmed Yasín en 1987, durante la primera Intifada (agitación o levantamiento) y que ha cobrado centenares de vidas a lo largo de su historia.
A tanto ha llegado su llamado, que incluso en los tiempos de Arafat, este no era muy bien visto, siendo superado en aceptación por Hamás, que tiene un gran poder dentro de la sociedad palestina, siendo un grupo que día a día suma adeptos, todo con el fin de terminar con el estado de Israel.
Pero este no es el único grupo, porque además están los mártires de Al Aqsa, que pertenecen a la organización de Al Fatah de Yasser Arafat que emergió luego de la intifada. Como dato, esta organización es la responsable del 70% de los ataques con Israel.
Uno de sus objetivos de esta organización es lograr de uno u otro modo el cese al fuego y así obtener importantes concesiones por parte del estado Israelí.
Sus formas de operar son mediante la lucha armada, y también hacen ataques suicidas con bombas.
A este grupo se le suma la Jihad Islámica, que es un grupo derivado de Hamás, que se especializa en ataques. Su líder es Ramadan Shallah, que vive en la ciudad de Damasco. Como todo fin de grupo u organización palestina, su fin es la destrucción de Israel y la construcción de un estado islámico.
Pero hay otros como Hizballah, que mediante la táctica de secuestrar militares israelíes, busca concretar sus objetivos. Claro que estos operan en el Líbano, y uno de sus fines es recuperar Jerusalén para el Islam.
CONSECUENCIAS
La Intifada es la consecuencia más directa de todos estos ataques. Nació a causa de la ocupación militar Israelita en 1967, que tuvo como fin apoderarse de territorios palestinos para instaurar sus propias políticas, siendo rechazadas por los palestinos e iniciándose así este proceso que ha dejado a decenas de personas muertas de uno u otro bando.
Este era el único medio que tenían los palestinos para hacer notar su descontento hacia el mundo, de los abusos cometidos por Israel en contra de su pueblo, claro que lo único que lograron es atraer más violencia, en un ciclo de asesinatos, emboscadas y vejámenes que no tienen para cuándo acabar.
Esta intifada es interpretada como una guerra religiosa que pretende defender los lugares santos del Islam en Jerusalén, provocando obviamente la respuesta de Israel, dejando un saldo de miles de muertos y decenas de miles de heridos, provocando un estado de terror y caos en una franja que es ocupada por ambos bandos, custodiados unos, y armados otros, que para su mala suerte deberán seguir bajo la amenaza de las intifadas y actos terroristas por el resto de sus vidas, o hasta que Israel o Palestina no digan otra cosa.
Haciendo un recuento de todos estos sucesos que han traído lamentables consecuencias en los diversos grupos, logramos concluir que estas permanentes guerras, las cuales indudablemente han dañado el derecho a la vida, han sido creadas con la triste finalidad de un predominio social, político y económico, abandonando por completo la libertad en un mundo de paz.
jueves, 16 de abril de 2009
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